Y llegó el domingo día 21 de Septiembre. El tiempo se portó respetando la fecha y la lluvia no se presentó a la cita. No sucedió lo mismo con el reloj, que inmisericorde nos obligó a todos a un tremendo madrugón. Sobre todo a los más peques de la casa. Por enésima vez habrá que repetir que eso de que a los runners les gusta correr temprano, ES UN MITO !!!. A ver si nos dejan correr a horas menos intempestivas, que cortar calles durante unas horas, un domingo por la mañana, para que pase una carrera tampoco es el fin del mundo.
A lo que íbamos. Somnolientos, y arrastrando a los pequeñajos, tras aparcar el coche por el centro, nos dirigimos hacia el obelisco, lugar donde nos habíamos citado los miembros del club. La marea rosa ya se hacía notar por las calles, y el tráfico rodado era bastante más intenso del habitual a esas tempranas horas. Poco a poco las corredoras y acompañantes iban tomando la ciudad, al menos el extremo del puerto deportivo, el lugar donde se celebraba la prueba. Con puntualidad exquisita, tal y como suele suceder en este club (con lo pesado que es el presidente en funciones cualquiera lo aguanta), llegamos todos al lugar de encuentro, y nuestro incomparable equipo de atletas se hizo la foto de gala para la ocasión (con algunas invitadas)
Después, paseo hasta la línea de salida, las atletas ya a su ritmo, y los fans, mayores y pequeños, nos fuimos por nuestro lado a colocarnos un poco más adelante de la línea de salida, buscando un lugar para poder ver pasar a las corredoras. Los peques estaban ansiosos por ver pasar a sus "mamis", no era para menos.
A pesar de algunos vaticinios de retraso, la salida se dio con total puntualidad, y a las diez en punto se alzó la cinta y la marea rosa se transformó en una inmensa serpiente monocolor que se estiraba más y más por todo el circuito.
Era complicado encontrar las caras conocidas en el tremendo atasco de la salida, aunque el estrechamiento de la calzada donde nos situamos nos facilitó la tarea y vimos pasar a casi todas las integrantes del club, frescas como lechugas en esos primeros metros.
A la vuelta, los semblantes eran de mayor cansancio, eso sí, ninguna perdió la sonrisa, y entre aplausos de ánimo para cubrir esos últimos metros, todas cruzaron la línea de llegada.
Un gran día para el running coruñés, no todos los días 5000 mujeres se lanzan al asfalto para completar una carrera. Para muchas de ellas era la primera vez. Por eso lo mejor de todo era ver sus caras de satisfacción al terminar la prueba. Y también por eso, había que hacer un brindis !!!
Y por supuesto, las nuevas generaciones femeninas del club vienen pisando fuerte, así que había que hacerles también una foto con las mamis campeonas.
Aunque, ahora que no nos oye nadie, confieso que lo que más me gustó fue escuchar de su boca lo bien que se lo había pasado, oírles decir que esto de una carrera era diferente y que el ambiente era increíble, que se disfrutaba mucho.
Estoy seguro que ahora ellas nos entienden un poco mejor "a los chicos", "a los locos esos de las carreras".
Y nada más, desde aquí darles las gracias a todas ellas, porque, siendo sincero, nunca pensé que iba a conseguir verlas a todas en una carrera.
Ahora me ponen el listón más alto, a ver como hago para "liarlas" y que corran la siguiente !!!